25 enero 2016

Tan lejos y tan cerca

Me acabo de comer una tableta (entera, con todas sus onzas una a una, paladeándolas como si fuera el anuncio de una cata de quesos Presidente) de chocolate Nestlé (me ha faltado el pan para rememorar mi infancia al completo con pelos, señales y cicatrices), así que estoy bajo los efectos de un subidón de azúcar, grasa y cacao que me tiene en una nube. Puede que lo que escriba sea producto de sus efectos secundarios (o puede que no), pero yo ya lo aviso para que nadie me mire raro después. No estoy ni loca, ni de parranda, solo en ese momento en que llevas mes y pico teniendo más fuerza de voluntad que una modelo de Victoria's Secret antes del desfile del año y, de repente, se despierta en ti el lado oscura de la gula y no hay sable láser que lo frene.



Bien, pues en plena orgía chocolatística he cogido la tableta (la otra, la que no se derrite al manosearla) para visitar esos blogs que tanto me gustan y prolongar el placer prohibido. Después de saltar de uno a otro sin orden ni concierto, me he parado en en el 'blogroll' de uno de ellos buscando descubrir nuevos mundos, tan necesarios para sobrevivir... ¡y casi me atraganto! De emoción. En dicha lista aparecía yo. Bueno, mi blog. Hasta ahí, nada anormal... Aunque a mí ya me parezca guay. El caso es que estaba en el capítulo de 'Ciberamigos'. ¡Yo! ¡Ahí! Lo dicho, casi me quedo en el sitio. Y me ha dado más que regustirrinín, claro.

La culpable de esos cinco minutos de gloria (que no fama) es Anita, de la que ya he hablado por aquí alguna vez. Y no puedo hacer otra cosa que darle las gracias.... Henchida de felicidad, claro. Hace tiempo que me di cuenta de que sus post y sus historietas de Instagram forman parte de esa rutina que me hace un poquito feliz cada día. Y que gracias a ellos la conozco más que a personas que veo de lunes a viernes durante más de ocho horas cada jornada. Se dice pronto. Y no solo a ella, hay una pequeña cuadrilla de gente (Ursu_linska, Virtxo, Su, Patata, Marlon, Leibovitz, Isa...) que tienen un cojín en mi sofá de dos plazas.

Todo esto me lleva a una reflexión entre el miedo y la sorpresa. Hay gente que esta lejos, pero a la que sientes muy cerca; gente cuya voz no sabes cómo suena, pero sabes lo que pensaría en determinadas situaciones; gente con la que jamás te hubieras cruzado y al que echas en falta el día que no sube una foto... Y no me tengo por friki (ese paquete que viene a mi nombre no es de harinas para hacer pan y bollos, lo juro) ni por rara (¿zapas de correr en mi maleta? No sé de qué me hablas). En fin, después del strip-tease, casi que mejor me voy al rincón de pensar o al cuarto de los ratones.


1 comentario:

Anita dijo...

Jajajjajaja pero buenoooooo!!!! Vaya sorpresón.
Que sepas que venía aquí a comentarte en tu post de ayer, que lo leí entonces, y te iba a decir que actualizas poco y que me gusta leerte.. también a exigirte que te dieras vida y te metieras caña bloguerística como si de una media maratón se tratara...
¡y me encuentro con esto! :DDD
De todas formas, no se de qué te extrañas, yo te considero ciberamiga sin duda, vamos. Un beso!!

Post nuevo Post antiguo Inicio