23 febrero 2015

Redes sociales, tiempo, Iberdrola y Hema

Este es un post de agradecimiento. Los blogs e instagram han traído a mi vida a personas increíbles. A unas las admiro por su creatividad; a otras, por su tesón, o por su fuerza, o por su humor, o por su forma de ver las cosas... No las conozco en persona. Y probablemente algunas ni siquiera sepan quién soy yo (o mejor dicho, mi alter ego). Eso da igual.

Las nuevas tecnologías (creo que deberíamos replantearnos seriamente cambiarles el nombre porque nuevas nuevas ya no son) han cambiado nuestra forma de relacionarnos con los demás. Hay quien dice que la ha estropeado, que ya no profundizamos, que no escuchamos... Otros, defienden todo lo contrario, que nos han permitido desarrollar ciertas áreas, que han supuesto una oportunidad de abrirse al mundo a algunos grupos, que son una ventana democratizadora...

Bien. Yo creo que tienen sus cosas buenas y malas. Claro que no me gusta estar con una amiga y que se pase la mitad del tiempo mirando el móvil y escribiendo comentarios en Facebook. Pero a través de ellas he podido conocer a gente encantadora. La penúltima sorpresa que me ha arrancado una sonrisa bobalicona me la ha sacado una persona a la que nunca he visto en persona y con la que no he cruzado whatsapp alguno, pero a la que he cogido mucho cariño y de la que aprendo muchas cosas. Es Anita.


El martes, al abrir mi buzón encontré un 'sospechoso' sobre de papel crema. Ya sabía que era suyo. Lo que desconocía era lo que había en su interior. Lo abrí mientras subía en el ascensor y se me escapó una carcajada. Eran unas gomas decorativas de lo más gracioso. También había una nota (con una letra limpia, clara, equilibrada... Preciosa, vaya. La mía podría pasar por la de un médico). Algunos pensaréis que es una chorrada, pero a mí me hizo más ilusión que muchos regalos 'buenos' que me han hecho en mi vida (aunque para mí lo importante siempre es la intención y quien me conoce, lo sabe).

Probablemente, Anita sabe cosas de mí que desconocen gente que me ve a diario, con la que tengo una relación más directa, e incluso que alguna 'amiga' del bando tradicional. Es así porque a diario nos 'vemos' en las redes sociales. Yo presento trocitos de mis jornadas en instagram y desvelo mis intereses, preocupaciones y gustos en mis dos blogs. Y ella lo ve. Y 'se queda' con ello.

Por eso, cuando vio las gomas de dulces en Hema se acordó de mí y de mi cocina, y las cogió. Luego, empleó algo valiosísimo en los tiempos que corren, unos minutillos de su vida, en empaquetarlo y llevarlo a Correos (ese túnel del tiempo, sí) para que el martes llegara a mi buzón un trocito de calor por el que no tengo que pagar a Iberdrola. Gracias. Me encantaron, sobra decirlo.

1 comentario:

Anita dijo...

:)))
Gracias por dedicarme el post, jeje. Estoy muy de acuerdo con lo que dices de las ya viejas-nuevas tecnologías, hace años parecía que eso iba a terminar con las relaciones humanas y ha sido justo justo al revés.
Ah, y cada vez que veo unas zapas adidas rosas que se me antojan (muy a menudo) también pienso en ti, jajaja.
¡Un beso gordo! :D

Post nuevo Post antiguo Inicio