06 diciembre 2014

El día en que vives

No saber en qué día vives. Esto es lo que significa estar de vacaciones. Hoy es sábado, 6 de diciembre. Festivo. Día de la Constitución. Lo sé ahora, pero ayer tarde no tenía ni idea. Nos lo dijo el hombre que nos alquila el coche con el que, espero, lanzarme a hacer algunos kilómetros. Estoy de vacaciones, sí. Y he vuelto al mismo lugar de hace un año. Lanzarote.

No vengo a tostarme al sol. Ni a tirarme a la bartola en el solarium-piscina del hotel. Vengo a desconectar y a pensar en solo una cosa: qué deporte voy a hacer hoy. He corrido por la isla. He andado en bici por alguna de sus carreteras (de hecho, el año pasado me sirvió para descubrir que me gustaba). Y en esta ocasión la prioridad es nadar. Palabras mayores.

De momento, he dado veinte brazadas seguidas en la orilla. No estoy para más. El agua sigue dándome miedo si no hago pie. Y el mar me ahoga solo con verlo. Pero ahí vamos. Hoy ha sido mi segundo día y he avanzado un poco más que ayer. Eso sí, que nadie se alarme, voy con neopreno. Eso significa dos cosas: que no paso frío (el Atlántico es el Atlántico) y que floto más que sin él.

Otra de mis preocupaciones es responder a una seniclla pregunta. Cuántas páginas voy a pasar con Kostas Jaritos ese día. Por lo menos hasta que se me acabe su última aventura, que, por cierto, es la primera. Por si acaso, me he traído una de Henning Mankell. Todavía me acuerdo de hace casi siete años. Entonces leí aquí (bueno, un poco más al norte), Lanzarote, del acutal enfant terrible de las letras francesas, Michelle Houllebecq. Cómo me gusta este autor.

No hay comentarios:

Post nuevo Post antiguo Inicio